Es altamente aconsejable someterse a una evaluación dental al menos una vez al año, incluso si una persona no experimenta ninguna sensación de dolor o incomodidad en la boca.

Consiste en eliminar el depósito de sarro y las manchas presentes en los dientes y las encías. Este procedimiento de limpieza generalmente tiene una duración de aproximadamente 30 minutos. Para eliminar el sarro, se utiliza comúnmente un dispositivo de ultrasonidos, mientras que para eliminar las manchas se emplea un cepillo rotatorio con una pasta especial de pulido.

Es importante destacar que no cualquier persona está capacitada para llevar a cabo esta tarea, ya que únicamente profesionales con la debida titulación, como higienistas dentales y dentistas, son aptos para realizarla. Una limpieza dental realizada de manera superficial o incorrecta puede tener graves repercusiones en la salud bucal y general del paciente.

Esta afección se manifiesta mediante dolor en los dientes, especialmente al ingerir alimentos o líquidos fríos o calientes, así como dulces o ácidos, e incluso durante el proceso de cepillado dental. Puede surgir debido a un cepillado dental excesivamente vigoroso o al uso de un cepillo de dientes con cerdas duras. También puede ser resultado del bruxismo severo, que conlleva la pérdida del esmalte debido a las fuertes fuerzas generadas al apretar o rechinar los dientes.

La halitosis es un síntoma o señal que se caracteriza por la presencia de aliento desagradable u olor poco agradable en la cavidad oral. Más del 50% de las personas experimenta este fenómeno. Es común que la mayoría de las personas tengan halitosis al despertar por la mañana, después de un período prolongado de sueño nocturno en el que las estructuras de la boca han estado inactivas y la producción de saliva ha sido mínima.

Correcto. Investigaciones clínicas han confirmado que los productos químicos empleados, como el peróxido de carbamida o el peróxido de hidrógeno, son seguros para los dientes y las encías, siempre y cuando se utilicen bajo la supervisión de un odontólogo.

En la mayoría de los pacientes, no se observan efectos secundarios, aunque algunos pueden experimentar sensibilidad temporal, ya sea al frío o al calor, después de someterse al tratamiento. Esta sensibilidad suele disminuir con el tiempo, a menudo después de algunas horas, y puede tratarse con productos que contienen flúor (incoloro) o con geles y pastas dentales desensibilizantes que el odontólogo pueda recetar.

Para prevenir la sensibilidad, es recomendable evitar el consumo de bebidas carbonatadas y cítricos.

La duración del tratamiento es de alrededor de una hora, siempre y cuando la salud bucal del paciente esté en condiciones adecuadas y no sea necesario realizar ningún otro procedimiento previo, como la colocación de amalgamas (empastes), extracciones o tratamiento de encías debido a inflamación.

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